Hace más de 120 años el escritor, orador y humorista estadounidense Mark Twain, nos dejó entre otras muchas frases… una que nos encanta y la vez nos da mucho que pensar.
“” Es más fácil engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados “”
Con 32 años a nuestras espaldas, y después de “observar el mundo” desde los ojos de un niño, nos hemos dado cuenta de que somos capaces de creernos todas y cada una de las afirmaciones que mucha gente nos ha enseñado, y siempre y cuando, nos haga sentir bien. En Psicología, a este concepto, se le llama Disonancia Cognitiva.
Un ejemplo es la gente que usa este tipo de frases, “Para que voy a dejar de fumar, si me voy a morir igual”, “estoy mal en el trabajo, pero dios proveerá”, “No tengo ni un solo día libre, entre el trabajo y una familia prácticamente rota, pero algún año vendrán tiempos mejores”…